La oscuridad que nos impone la noche arroja un cepo sobre uno de nuestros sentidos más primario, tapando y ocultando todo indiscriminadamente. Esto me permite a su vez crear o reinventar aquello que decido develar, descontextualizándolo para generar una nueva lectura. No es una revelación azarosa, sino más bien la reconstrucción sesgada de una parte de la realidad que decido mostrar y que cobra vida a partir de la iluminación.